corriendo la cortina

Muchi, antes de que una mañana nos sorprendiera a todos al afeitar su cabeza frente a la montaña en un acto por desprenderse de su ego, su vanidad.
Fue la primera en llegar al valle de nosotros.
(no se cuenta con más fotografías pues ella no ha deseado enviarla y esta corresponde a su estadía en Alemania y, francamente, no le hace justicia)

Angella. La segunda en llegar al enamorarse y descubrir una nueva forma de vida.
Es una experta y amorosa terapeuta floral y cuenta con una voz divina para el canto.
Bajo las estrellas descubrió que componía.
Es quizá la más extrovertida de la casa y espontánea.
Es la última en levantarse…
En la cocina su mejor plato es la ensalada de tomates

Matías en mosaico. El chico seductor francés y andino o andino-galo como el se autodenomina.
Hábil con la guitarra y los panderos, como en armar fogatas
Uno de los que prefiere andar en cuero a usar cualquier cosa sobre la piel.
Goza de una injusta fama de infiel a raíz de un episodio que lo separó de…
Gusta trabajar la huerta y amasar el pan, cocina las sopas y mil salsas
Disciplinado en las meditaciones y los ritos y entusiasta en las fiestas.
Fue el tercero en llegar y es el más ordenado de toda la casa.


Tiago. El cuarto en llegar. De carácter introvertido y lejano a las primeras es quizá el más expresivo de todos nosotros. Llorón por derecho propio, suele lagrimear frente a todo lo que le resulte hermoso, desde una canción, una flor, un gesto, una estrella fugaz, un signo… todo lo hermoso le hace llorar.
Vegetariano y cocinero a tope. Es el único que tiene fuerza para correr una hora diaria cerro arriba y luego trabajar como si nada.
Junto con Matías tienen fama de rompe corazones y muchos queremos verlos juntos, serían gran pareja y de alguna forma ya lo son.Prefiere trabajar los árboles y hacer pircas

Pablo, el quinto en llegar. Solo serían tres meses y de eso hace más de dos años.
Junto a Muchi los seres más místicos de la casa y pilares de nuestro hogar y nuestro proyecto.
El primero en levantarse y preparar el desayuno.
Se le suele encontrar siempre trabajando, aun cuando descansa.
En la cocina le entregamos el arroz pues le quedan riquísimo.
A la hora de jugar es el primero en estar dispuesto y algo nos provoca que suele ser victima de los montoncitos. Todos sobre el… jajajaja.

Marcos. El sexto en llegar tras una fuerte odisea que lo vio salir sin un cobre de su familia argentina.
Aprendimos a cebar el mate en su ritual y a seguir sus historias con atención.
Reímos a carcajadas con sus salidas, sus dichos y su forma de enfrentar las situaciones.
Venía con conocimientos de agricultura y se ha enamorado del trabajo con las abejas a tal punto que ya es de su exclusividad.
Otro que no soporta la ropa y se ha hecho vegetariano. A punta de yoga, sicocalistenia y comida sana perdió la barriga con la que llegó.
Uno de los últimos en levantarse y el último en acostarse.

Lito. Penúltimo en llegar. Vino a visitar a Tiago por tres días y llego a la montaña semi desértica con una tabla de surf que hoy es una mesa de terraza. Ha sido el aporte justo pues cuando llegó comenzamos a construir y el arquitecto de playa proyecto formas y luces que a todos nos ha encantado.
De momento es un rompe corazón, su forma atenta y su ser siempre seductor hace que muchos y muchas se fijen en él, y aún cuando vino por pareja se quedo igual.
Uno de los primeros en levantarse y el único en no cocinar. Trabaja duro en la tierra y su pasatiempo es crear esculturas de piedras y barro como monolitos.

Adeline, así tal cual, espontánea y bella. Se vino al contactarse con Matías y como el es de origen francés. Aprende español lentamente y es una estudiosa de años del budismo. Ah aportado con muchas técnicas de meditación y contemplación y hemos aprendido el arte de los mandalas.
Gusta de dejar sus pies en el río y sentir como el agua los lava.
El naturismo le vino bien y suele estar desnuda junto al río.
Espera aprender español pronto y estudiar telar y cerámica.
Humilde, bella y con un sentido del servicio formidable.
Es la ultima en llegar.