enero 10, 2007

largo viaje



Las últimas veces que he venido me ha costado más regresar, no porque ese sea mi deseo sino que me quedo pegado. Esta vez pasé los 15 días y lo cierto que llevo cinco esperando regresar.

Ya Santiago no me resulta tan hostil y descubro que es por que no espero nada de esta ciudad que no me de mi familia. No me sorprendió que la fiesta electrónica popular se haya suspendido y que Teatro a Mil haya disminuido su oferta gratuita, si me reí a carcajada que Providencia Jazz cobré por oír la música sentado en el pasto y al otro lado del río. Después de todo el sistema se impone y yo no estoy en él.

Me sorprendo de que seres tan bellos y mágicos como Pedro, Iagoo y Mr. G. estén anclados en el sistema, uno desde el arte, el otro desde la búsqueda y el último desde el sistema de salud. Pedro me dijo que construye su propio valle, y los dos últimos presiento que terminaran pasando temporadas fuera del sistema. El consuelo es que saben resistir y cuidarse.

Los chicos ya han partido, por matices no regresamos todos juntos. Los dos franceses se quedan enredados en la maraña burocrática de los visados y mientras sea preciso alojaran en casa de mis padres y hermanos y estos los acompañaran…. Tienen planes de recorrer las casas de Neruda antes de regresar. Me alegra cachar que mi familia ha descubierto nuevos hijos y hermanos en mis hermanos elquinos…

Mis hermanos del Elqui, la comuna, fue divertido estar en Santiago juntos un fin de semana. Una suerte de mini vacaciones urbanas. Creo que debimos vernos como un puñado de turistas hippientos. Y creo que esto de turista porque en dos café nos atendieron en Inglés y lo de hippi por nuestra forma de vestir. Lo que sí celebro es que los paco que nos sorprendieron fumando un pito y preparando otro en el parque forestal no nos hayan hecho nada, ni siquiera nos pidieron el carné.

(Ah, me he recordado, con Matías no somos pareja,,, no sé como se ha dado a entender eso, mi hermana Vera me lo preguntó y también alguien más) Me temo que la idea del blog comunitario dejará muchas dudas y creo que algunos no saben usarlo pues hay post guardados y no publicados. En fin, valdrá la pena intentarlo aún cuando será a lo lejos ya que ahora no tenemos Internet.

Y me regreso exhibiendo el exceso de cariño materno en unos tres kilos demás, pero bueno, el amor materno engorda y se agradece. No tan solo me he sobrealimentado, sino que he hecho gula, de frentón, gula.

Me regreso lento. Haré una noche en Coquimbo, me alojaré en algún hotelito barato, comeré mariscos y visitaré la mezquita. Mañana pasaré la mañana en la playita y luego al valle. Me quedaré en casa de una amiga en Pisco y recién el viernes llegaré a la montaña.

Y nada….

Hasta la próxima

Tiago

2 comentarios:

iagoo dijo...

hoy voy a conocer un templo budista :)

nerviecitos!!!

saludos a todos ustedes :)

F.

Pedro Montealegre dijo...

Chic@s, no sé si ha pasado allá en el Valle, pero ya está aquí -ha llegado finalmente- y por culpa de todos: el sobrecalentamiento global ha hecho que este año el invierno no haya querido venir a Valencia. Tengo una planta carnívora que se llama Miércoles Merlina Andams (una dionea atrapamoscas), y normalmente debería hibernar: pero como han sido muy altas las temperaturas, la he tenido que meter en el refrigerador para que crea que es invierno y no muera. Saludos de Manuel y Dylan.