enero 08, 2007

in the city

Es algo extraño, por decirlo de algún modo, caminar los 8 a la vez por un camino que no sea entre montañas. Y esta vez simplemente se dio para que los 8 camináramos el fin de semana por las calles capitalinas. Programado no habría resultado ningún viaje y por tres días las cosas se dieron.

Tiago intenta salir lo menos posible del valle, incluso del hogar, “No hay que ir a Santiago” ha dicho en más de una vez aconsejando a todo aquel que plantee tal cosa como una posibilidad. “Sí vas, debes protegerte” ha sido su recomendación. La forma que el tiene de protegerse es no viajando, pero cada vez que lo ha hecho se queda unas semanas. Para mi vivir en el valle es mi placer, lo que quiero y necesito hacer, pero viajar a la ciudad es mi servicio, y debo hacer servicio.

Nos reunimos el sábado a desayunar en casa de la familia de Pablo, pues hasta ahí llegaron Matías y Adeline después de haber viajado toda la noche. El desayuno fue algo distinto a lo que acostumbramos en conjunto pero el cariño y la paciencia de la madre de Pablo nos sorprendió a todos; atender a 8 personas a desayunar a las 9 de la mañana de un día de descanso no es fácil. Matías declaró que todo estaba bien en el valle y que habían viajado por un tema con la visa de Adeline, pues de alguna forma debe conseguir residencia, a diferencia de Marcos, que hace mucho que esta de ilegal y ni le importa.

Pasamos la mañana en casa de la familia de Pablo hasta que después de almuerzo Lito y Tiago propusieron ir por un café en el centro, así Adeline podría conocer un poco de Santiago, pues llego directamente al valle. La idea no nos parecía mala, el ruido de las micros, los peatones dándose en los costados al caminar, los quioscos,,, es decir, el sistema en función, nos permitiría valorar aún más nuestra vida montañosa. Y claro, estar de visita en el sistema tiene su cuento potente… y así quedó en evidencia cuando unos muchachos se acercaron a pedir suscripciones para greenpeace y los chicos no entendieron nada cuando Angella, tan directa siempre, y Pablo les explicaron que es algo que nos encantaría hacer pero que nos hemos salido del sistema y no tenemos chequeras, ni tarjetas, ni multitienda… “Ni Presto tenemos…… Imagínate lo rasca que somos!!!” gritó Lito y todos, incluyendo a los voluntaros terminamos riendo. Yo les ofrecí un masaje en los pies, que ese podía ser nuestro aporte a su causa, pero me miraron con una sonrisa desconfiada y se alejaron.

Al café que nos llevo Tiago, después de mirar tres fachadas de edificios donde alguna vez vivió, estaba en la cuadra del Bellas Artes, nos sentamos afuera pues a Marcos no le parecía estar entre sillones que parecían esculturas en las paredes… y bueno, así fumaríamos más tranquilo. Nos miramos fijamente a la cara unos a otros cuando quien nos trajo la carta nos hablo en inglés ¿Parecemos Turistas? Preguntó Angella con ese tonito que emplea cuando desea ser especialmente graciosa. Charlamos un poco sobre nuestros temas domésticos y medio anduvimos pelando a los peatones que de vez en vez nos miraban. Pablo que es muy respetuoso preguntó en voz baja sí se trataba de un lugar para homosexuales, pues le parecía que muchos hombres nos miraban… reímos todos a la vez celebrando su ingenuidad. Y él es así… ingenuo… e ingenuos fuimos todos cuando vimos la cuenta final que Tiago y Lito pagaron. Vale decir que ambos son los únicos de nosotros con tarjeta de débito.

Continuamos la tarde caminando por el parque forestal hasta que ring ring ring suena el celular que Tiago usa en la ciudad y a la media hora estábamos metidos en el metro con dirección a Puente Alto donde estarían los hermanos de Tiago para llevarnos a una cena a la que nos había invitado la mamá. Sobre el episodio del metro, la llegada a la plaza de puente alto, el encuentro con los hermanos de Tiago y de cómo al fin llegamos a la casa en Pirque da para un capitulo entero y espero que alguien con mejor humor que el mío lo cuente.

Adoré ver a los hermanos de Tiago, gente muy linda. Sacamos la cuenta que no nos veíamos hacía más de un año y eso fue excusa para que los abrazos fueran más apretados. En casa nos esperaban sus padres con planes para unos diez días de convivencia. “Comencemos con uno a la vez”, me atreví a sugerirles. Aun cuando la familia de Tiago lo ama y es una familia muy unida no le perdonan el que se haya alejado de la familia, pues todos viven juntos en la misma parcela, los hermanos y cuñados trabajan en los mismos negocios familiares y los sobrinos estudian en el mismo colegio, ¿para qué se fue tan lejos a vivir en comunidad cuando acá también vivimos en comunidad?

Para desgracia de Adeline y Tiago, la cena preparada era un asado de carnes rojas y un sin fin de ensaladas y otras delicias. Después de la sobre mesa hicimos una fogata y alrededor del fuego canturreamos como si estuviésemos en el valle. Claro, el hippismo de la familia Mend ayudaba bastante. Lo bonito de la noche fue que Angella por primera vez se atrevió a cantar sus propias canciones en un público que no sea del valle. Sacó aplausos eh… muchos aplausos y en un momento la confianza era tal, la energía que se genero era tan bella, libre… de amor, pura energía de amor, que como sí estuviésemos solas Angella se acercó y me beso como solo… bueno, un beso de pareja.

Nos acostamos muy avanzada la madrugada en la que era la casita de Tiago, cada cual tirado donde cayó,,, pero esta vez fuimos más pues algunos hermanos y sobrinos de Tiago se fueron con nosotros. Si dormimos incómodos o no, no lo alcanzamos a notar pues despertamos con un estruendoso “Juventud divino tesoro”. Era el padre de Tiago que nos venía a despertar para jugar un partido de fútbol. El primero en reclamar fue Tiago, pero solo recibió un beso en la frente y un apretón de mejillas de su padre. Al rato los chicos jugaban mientras nosotras mirábamos resignadas.

La sobremesa del almuerzo giró en una pregunta que la mamá de Tiago formuló a Angella y que todos escuchamos: “Mijita… dígame la verdad…. ¿Mi hijo se enamoró por allá?” se sintió el silencio que reino en la numerosa y familiar mesa. Matías estaba muy complicado traduciendo a Adeline mientras que el aludido estaba colorado y su hermana menor le abrazaba en actitud protectora. Por primera vez caí en que Vera tiene el mismo tono de verde en los ojos que su hermano…

Ya… esto está muy largo, me aburrí



(la muchi)





Puse esta foto porque muestra uno de los rincones que más me gusta de la nueva casa… la Ducha, o la Reguera como dice Lito, de quien fue la idea. No tenemos aun otra ducha en casa.

3 comentarios:

G! dijo...

Y bueno... es una ciudad hostil, ruidosa y desordenada... pero no se si hace daño, ladra pero no muerde...

Aunque a mi en verdad no me gusta, y hoy mientras daba una prueba de cientos de preguntas, pensaba como me habría gustado compartir algunos dias con ustedes en su valle...

Saludos chicos!

G!

iagoo dijo...

me hubiera gustado saber de su visita pa conocerlos...

quizas vaya con mi familia unos dias de vacaciones a Serena o algo por alla... y entre mis planes estaría una escapada al valle....

bue...

Sat Nam!

F.

Anónimo dijo...

Bueno parece que hace un buen tiempo que no escriben en su blog, igual escribo pues nada se pierde en el tiempo y se que llegara mas alla de la cronologia tercer dimesionista ....solo pra decirles que me identifico plenamente y me llenan el corazon de amor http://www.vitaletv.com/shiatsu/ http://diogeshiatsu.blogspot.com/