somos

De como nos comenzaron a llamar “los marcianos” no lo sabemos. Algunos amigos nos han comentado que proviene de unas chicas que nos encontraban guapos, otros dicen que por nuestra costumbre de vivir aislados. Pero en todo caso lo hemos tomado con mucho cariño. Lo que nos dolió fue un mail en que se nos trataba de ser clasistas, una manga de hombres y mujeres con dinero viviendo juntos y que para ser parte de nosotros era preciso superar un casting tal como en una agencia publicitaria.

Lo doloroso no se trataba que ese comentario llegue de alguien que no nos conoce, no nos ha visitado y solo sabía de nosotros a través de los blog que mantenían dos de nosotros. El dolor provenía de que pudiéramos dar esa imagen tan errada de nosotros y de ahí ha nacido el tener este blog comunitario, renunciando a nuestros blog individuales.

Que hacen junto:
- Un biólogo marino que llego de Francia mochileando la cordillera de los andes, nos conoció mientras buscaba alojamiento por unos días que se han prolongado hasta conformar tres años, uno de los seres más bello, física e interiormente y que seduce tanto con sus ojos y cuerpo como con su acento galo y su forma de ser…
- Un arquitecto que llegó hace unos meses acarreando una tabla de surf para visitar a Tiago durante cuatro días. Que acaba de llegar de vivir en una isla del caribe y que se aburría en Santiago, ciudad que clasifica de hostil… es cierto que llegó con el fin de conquistar el corazón de nuestro hermano pero finalmente descubrió una nueva forma de vivir la vida y, simplemente, se quedó con nosotros…
- Una teóloga cristiana, chilena residente años en Alemania, que hace 13 años llego a vivir al valle en lo que denomina una cueva, con el fin de vivir un año de retiro y que finalmente se convirtió en nuestra mentora y aunque no lo quiera, nuestra silenciosa líder…
- Un sociólogo que trabajaba en una ONG y además modelo publicitario, que vino solo por tres días y un año más tarde se mudó con el fin de establecerse para siempre. Agnóstico en un comienzo, hoy un ser místico, silencioso, taciturno, de una belleza física incuestionable y un romántico caminante de cuanta quebrada vean sus ojos….
- Una chica que se enamora de otra chica y deja su vida al estilo “ricos y famosos” de California para vivir su amor con la chica de su vida entre estos cerros y bajo estas estrellas dejando sus tacones altos para usar sandalias y escribir y cantar sus canciones…
- Un argentino porteño, matero y tanguero, que dejó tras la cordillera una vida dura y carente de una villa marginal del Baires sin glamour ni turistas. Vino tras la pastora después de conocerse cuando ella trabajaba en unos talleres de su iglesia protestante en argentina. Inició su venida con una mochila y sin un cobre en los bolsillos… hizo dedo, trabajo en lo que pudo hasta que casi tres meses después de haber salido llego a nuestro hogar para vivir “la otra forma de vivir la vida” de la que tanto le había hablado la teóloga.
- Un chico que vino a la zona tras las comunidades de la que tanto había oído hablar y que, finalmente, nunca encontró, pues no existen. Para no perder su año sabático pidió quedarse unos meses con nosotros… meses que ya son años.
- Esta chica que acaba de llegar, que balbucea unas palabras en español, de risa gigantesca y abrazos eternos, que siguió los pasos de su amigo biólogo y en cosa de minutos aprendió a amasar el pan.

No somos una comunidad mística, no lo podríamos ser habiendo cristianos, protestantes, buditas, ex agnóstico y metafísicos…

No somos unos nudistas sexuados… no lo podríamos ser habiendo entre nosotros hombres heterosexuales como homosexuales, mujeres heterosexuales como homosexuales. Y por lo demás, hay lugares más simples para ser nudistas; tirarse en la arena es mejor que hacerlo sobre millones de piedrecillas puntuadas…

Lo que nos une es el Amor por la Naturaleza, naturaleza de la cual cada uno de nosotros nos reconocemos una parte de ella y por ello vivimos en el amor.

Lo religioso o metafísico o lo místico es un camino individual y con el tiempo hemos ido adquiriendo costumbres comunes, ritos comunes, que en caso alguno responden a una doctrina determinada. Junto con cantos hopi podemos orar un padre nuestro y un mantra. Creemos que todo es parte del universo y por lo tanto todo, cuando es con amor, está bien. La meditación es fundamental para nosotros tanto como el silencio, se crea o no en padre/madre Dios son técnicas que nos ayudan individualmente y en nuestra expresión grupal.

Para sobrevivir es simple… antes que se acaben los ahorros debemos lograr hacer de nuestra tierra una granja auto sustentable y para ello tenemos nuestra huerta y nos hacemos cargo de los residuos que nuestra vida pueda generar. Tomamos todo lo que la naturaleza nos da; bebemos agua de una vertiente, recolectamos hierbas en los cerros para nuestra medicina, construimos con madera, piedra, paja, barro, totora, cañas, etc. Contamos, junto con la huerta, con árboles frutales, dos familias de abeja (miel, cera, polen y propoleo). Horno de barro y horno solar para cocinar las mermeladas, el pan que nosotros amasamos. Secamos frutas y conservamos nueces y almendras. Nuestra dieta es absolutamente naturista y dos de nosotros son vegetarianos.

Vestimos poca ropa y esta siempre es 100% de algodón, nuestro calzado es de cuero o fibras vegetales, fabricamos nuestros jabones de glicerina y como shampoo o detergente utilizamos cortezas de algunos árboles. Nuestra caca va a dar a un pozo donde se convierte en abono para los árboles ornamentales y nuestra orina es reciclada por un proceso natural de las napas. En nuestro hogar no se ha de encontrar nada de plástico, claro, excepto aquello para lo cual no existe alternativa (TV, Computador, CD, etc.). Vivimos casi sin consumo de electricidad, no contamos con señal de radio ni tv ni fono ni celular.

Bajamos una vez al mes a la ciudad (Coquimbo) a comprar aquello que no podemos auto proveernos (Harina, aceite, cereales, carne de soja y de la otra, etc.).

Comenzamos viviendo en mil metros cuadrados y hoy hemos, con mucho esfuerzo y ayuda de nuestras familias, comprado un terreno de 7 hectáreas. Agradecemos al universo poder contar con una parte de la superficie de este planeta y sentimos que, aunque en el sistema somos propietarios, no nos pertenece pues el planeta entero es del universo, y por lo tanto nuestro hogar es el hogar de todo aquel que lo necesite, sin casting de por medio.

Creo que a eso se le llama ecologismo.

Si alguno o todos somos considerados como “guapos” es cosa de los demás, nosotros sentimos que el universo nos ha reunido, la energía del amor nos ha reunido y nos sigue reuniendo (pronto ha de llegar una chica del norte de España), es la única forma que tenemos para explicar que seres tan distintos pudiéramos, en un inmenso planeta hiper poblado, coincidir y perdurar.

No tenemos una identidad como grupo que no sea de Trabajadores de la Luz… ¿qué es la luz?, eso cada cual lo sabe y lo puede definir individualmente. Consensuamos solo que es “Amor”. ¿De Dios, del Universo? Lo mismo da.

Gozamos la vida que vivimos, no estamos obligado a levantarnos temprano para meternos en un metro y llegar a una oficina que nos priva del sol con el fin de tener un mejor auto o poder pagar el viaje anterior. Solemos estar desnudos porque nos gusta, terminar el día con una fogata que llamamos del encuentro cantando canciones en guitarra o simplemente tamborear hasta no dar más.

Hemos adoptado el sincronario maya y abandonado el calendario gregoriano, Cada semana nos reunimos una mañana a meditar en grupo por el planeta y los días cristal, cada doce días, hacemos una jornada de silencio y contemplación. Reímos mucho, danzamos, pasamos jornadas completas en el río, trabajamos en turnos, hacemos yoga a diario, nos cuidamos, nos mimamos y hablamos mucho sobre todo lo que nos pasa interiormente, todo lo que no sea sólo ego. Solemos no enojarnos puesto que el enojo solo es desamor y los conflictos los enfrentamos desde el amor y así es fácil superarlos.

Pues bien… estos somos… seres viviendo juntos una vida fuera del sistema al ritmo de la naturaleza.

Matias, Lito, Muchi, Tiago, Angella, Marcos, Pablo y Adeline